En las últimas décadas, el número de casos de cáncer de piel ha incrementado. Más de 3.5 millones de casos de cáncer de piel son diagnosticados cada año en los Estados Unidos no siendo ajena esta realidad en nuestro país. La buena noticia es que hay muchas cosas que se puede hacer para protegerse a sí mismo y a su familia, o para encontrarlo lo suficientemente temprano de manera que pueda ser tratado eficazmente.
La mayoría de los tipos de cáncer de piel son causados por una exposición excesiva a los rayos ultravioletas. La mayor parte de esta exposición procede de la luz solar, pero cierta cantidad puede proceder de fuentes creadas por el hombre, tales como las camas bronceadoras.
Es conocido que las quemaduras solares, fundamentalmente, y la exposición solar crónica son promotoras de diversos cambios en la piel que llevan a la aparición de: “manchas de sol”, arrugas prematuras y cáncer de piel.
Aunque las manchas de sol y arrugas constituyen problemas estéticos, sirven al médico especialista en oncología como guía para estimar el grado de daño solar acumulado, en tanto ello es una medida indirecta para evaluar la tendencia a padecer cáncer de piel.
Es un hecho que la tendencia a acumular daño solar y padecer quemadura solar es específica para tipos de pieles definidos: las pieles blancas que no toman color bronceado, es decir, pieles que se enrojecen y descaman (“se pelan”), especialmente los de pelo y ojos claros tienen máxima tendencia a sufrir daños por acumulación de radiaciones ultravioleta. En el otro extremo están los pacientes que nunca se enrojecen, tienen pelo negro, ojos oscuros y piel morena.
Existen 3 tipos principales de cáncer de piel:
•Melanoma
•Carcinoma espinocelular o escamoso
•Carcinoma basocelular
Para los médicos, resulta importante separar estos tipos de cáncer de piel, ya que son tratados de maneras diferentes. Además, resulta importante que usted sepa cómo lucen los melanomas y los cánceres de células basales y de células escamosas de la piel. Esto puede que ayude a e encontrarlos en la etapa más temprana posible, cuando son curados más fácilmente.
Los cánceres de células basales y de células escamosas son los más comunes de cáncer de piel, estos se originan de las células de la piel llamadas queratinocitos. Tanto los canceres de células basales, como los de células escamosas, se detectan principalmente en las partes del cuerpo expuestas al sol, tales como la cabeza y el cuello. Si no son tratados, pueden crecer bastante e invadir los tejidos y órganos cercanos, lo que causa cicatrices, deformidad, o incluso pérdida de la función de algunas partes del cuerpo.
Los melanomas pueden ocurrir en cualquier parte del cuerpo, pero son más propensos a comenzar en ciertas áreas. El sitio más común en los hombres es en el torso (pecho y espalda). En las mujeres, las piernas son la parte donde se presentan con más frecuencia. El cuello y el rostro son otros sitios comunes.
Los melanomas no son tan comunes como los cánceres de piel de células basales y de células escamosas, pero pueden ser mucho más graves. Al igual que el cáncer de células basales y de células escamosas, el melanoma es casi siempre curable en sus etapas iniciales. No obstante, si no se atiende, el melanoma tiene una probabilidad mucho mayor de propagarse a otras partes del cuerpo (donde es muy difícil de tratar).
SINTOMATOLOGÍA
No produce molestias. Los melanomas se observan típicamente como lesiones con color que puede variar desde el rojizo al negro. Es característico que las lesiones de melanoma tengan:
– Asimetría
– Bordes irregulares
– Color (más de un color en una misma lesión)
– Diámetro mayor a (medio centímetro) 0,5 cm.
Constituyendo una regla del ABCD; de enorme utilidad para la valoración de toda lesión pigmentada en comparación con atributos típicos del Melanoma.
Los LUNARES pueden ser origen del melanoma, aunque también pueden surgir de la piel sana y el paciente reconoce cabalmente que carecía de todo tipo de lesión.
TRATAMIENTO
En cuanto al tratamiento de los cánceres de piel: la regla general es la erradicación de la lesión mediante cirugía.
PREVENCIÓN
¿Cómo me protejo de los rayos Ultravioleta?
Usted no tiene que evitar por completo la luz solar, tampoco sería una buena idea reducir su nivel de actividad al evitar estar al aire libre debido a que la actividad física es importante para una buena salud. Sin embargo, demasiada luz solar puede ser perjudicial.
Existen algunas medidas que puede tomar para limitar su exposición a los rayos Ultravioleta. Algunas personas sólo piensan sobre la protección solar cuando pasan un día en la playa o la piscina. Sin embargo, la exposición solar se acumula día a día, y ocurre cada vez que está bajo el sol. Simplemente mantenerse en la sombra es una de las mejores maneras de limitar la exposición a la radiación ultravioleta. Si va a pasar tiempo al aire libre, “¡Póngase, úntese, colóquese… y use!” es una frase popular que puede ayudar a recordar algunos de los pasos clave que puede tomar para protegerse contra los rayos Ultravioleta:
¡Póngase una camisa!
¡Úntese bloqueador solar!
¡Colóquese un sombrero!
¡Use lentes de sol para proteger los ojos y la piel sensible alrededor de éstos!
Recuerde que las lesiones de características sospechosas deben ser biospsiadas para demostrar su carácter benigno o maligno.
El Centro Oncológico San Martin de Porras les desea Felices Fiestas y esperamos seguir difundiendo información para la prevención de esta terrible enfermedad. Recuerde que estamos a su servicio.