“El paciente consulta al médico con la esperanza de recibir ayuda, por lo tanto se debe mostrar seguridad y transmitir confianza, ser “Ingeniero del cuerpo humano”.
Si paso a hablar de lo que veo en mi especialidad con el cáncer, el estado en que llega el paciente a la consulta es de “miedo” “respeto” por la enfermedad, por lo que le podamos llegar a decir sobre ella, su tratamiento y su pronóstico… pienso que es importante ser lo más cercano posible e intentar hacer más llevadera esa consulta. Considero que la empatía y el saber ofrecer una sonrisa a tu paciente es algo fundamental, lleve lo que lleve por dentro, si tenemos un mal día el paciente no tiene la culpa de lo que ha pasado y se merece lo mejor.
Freud: Pionero de la relación psicológica entre el médico-paciente. Es fundamental en la práctica médica la interacción durante el curso de la enfermedad (aguda o crónica); siendo esta relación interpersonal de tipo profesional que influye en el curso de la misma y en la eficacia del tratamiento.
Balint: “la droga llamada doctor” comunicarnos con los pacientes es tan importante como saber medicina y las habilidades se adquieren de forma intuitiva y a lo largo de nuestra experiencia profesional. El Médico Especialista competente con conocimientos va más allá de su especialidad y valora al paciente.
LA PALABRA CÁNCER está asociada a una enfermedad irremediable, lamentablemente la mayoría de los casos avanzados no tendrán cura. Toda persona debe acudir a una consulta médica periódica anualmente para detectar oportunamente el inicio de cualquier enfermedad. Recuerde que el cáncer en sus principios no causa síntomas y solo se podrá descubrir a tiempo mediante la exploración médica y los estudios de detección. Recuerden que el dolor y el sufrimiento son compañeros de las enfermedades. La medicina y los médicos, siempre hemos luchado contra el dolor y la muerte; estamos a favor de la vida y la salud. El dolor es un vigilante misterioso que la naturaleza nos ha dado.
El problema de una adecuada y veraz información por parte del médico al paciente oncológico, es un tema de gran actualidad, considerándose en diferentes partes del mundo que está muy relacionado con los numerosos prejuicios culturales, muy antiguos, que giran alrededor de la palabra “cáncer” y el dilema de decir o no la verdad al paciente es una contingencia casi diaria.
El proceso de información al paciente afecto de una enfermedad severa o invalidante es extremadamente complejo y se compone de una multiplicidad de factores, destacándose entre éstos: la información suministrada por el médico, la información retenida por el paciente, conocimiento de la enfermedad, deseo de información y satisfacción con la información recibida.
El enfermo que se opone al dolor que acompaña al cáncer sufre terriblemente y se angustia, pero cuando lo acepta y acepta la lucha de su médico para aliviarlo, aunque no lo entiende, se tranquiliza y los tratamientos sintomáticos alcanzan mejores resultados. La enfermedad soportada serenamente, templa el espíritu, engendra en el estado de ánimo pensamientos positivos e inspira nobles propósitos.
Cuando se trata de cualquier enfermedad, incluyendo al cáncer, se admite que todo paciente tiene derecho a estar informado de su padecimiento, pero en el ejercicio de la medicina es frecuente que se suponga por parte de los familiares o del propio médico, que la verdad sobre la existencia de cáncer puede resultar hostil para el paciente.
Ocultar la verdad es injusto ocasiona un conflicto en donde la regla de juego es la mentira que bloquea la comunicación humana en todos los sentidos. Frecuentemente los familiares con la intención de evitar sufrimientos morales a su ser querido, le piden al médico que oculte la verdad al paciente, que se le mantenga en la ignorancia de la gravedad de su enfermedad y, sobre todo, de la proximidad de su muerte. El médico que miente, o que evita decir la verdad, se expone a que el enfermo descubra lo que ocurre y pierda la confianza.
La comunicación de un diagnóstico de cáncer debe ser gradual, progresiva, evitando hablar de estadísticas o de hacer comparaciones con casos conocidos. El paciente solo querrá saber lo que a él le podrá ocurrir, no lo que les ha ocurrido a los demás.
Por ello se señala que la comunicación del diagnóstico al enfermo con cáncer deba ser planteado desde diversos ángulos y analizado con el mayor rigor desde muy diferentes perspectivas, siempre con el ánimo libre de prejuicios y dispuestos a recabar el mayor número posible de conocimientos con los que afrontar la tarea, la voluntad de informar, de la manera más correcta y hacerlo en el momento más oportuno.
CONSENTIMIENTO INFORMADO.
Toda persona tiene derecho a estar informado acerca de su padecimiento sobre la propuesta de tratamiento y terapia alternativa, riesgos y probabilidades de resultados adversos para tomar una decisión correcta. Como exigencia ética y un derecho reconocido por las legislaciones. Para que el consentimiento sea considerado valido el paciente tiene que reunir ciertos elementos básicos: competencia, información y voluntariedad.
La presentación de la información al paciente debe ser comprensible y no sesgada; la colaboración
Del paciente debe ser conseguida sin coerción; el médico no debe sacar partido de su potencial dominancia psicológica sobre el paciente.
NIVELES O TIPOS DE RELACIÓN
• Médico activo/paciente pasivo.
• Médico que dirige/paciente que colabora.
• Médico que actúa/paciente que participa de manera activa.
TIPOS DE MÉDICOS Y DE PACIENTES
En la relación médico-paciente es muy importante la personalidad del médico, la base principal es la madurez y una formación humanística correcta. Cabe recalcar que existen además médicos: Especialistas con visión solo a su especialidad que muestra dificultad clínica y restringe su trabajo, Paternalistas, Agresivos, Inseguros, Frustrados, Sin vocación, rotuladores, pesimistas, Optimistas, Autoritarios.
Asimismo pacientes: Inhibidos o Tímidos, psicóticos, graves, con poca inteligencia, sordomudos entre niños y ancianos.
“Hagamos de nuestra profesión fuente de inspiración y no causa de angustia”