Se define como “tumor” a toda neoformación que origina efecto masa, y por”benigno” cuando presenta exclusivamente crecimiento local sin infiltración de tejidos vecinos ni capacidad de enviar metástasis ganglionares y/o a distancia. Encontrar un bulto en la mama o un endurecimiento, o secreción por el pezón puede ser motivo de preocupación, aunque en realidad la gran mayoría de estas situaciones se deben a problemas benignos, sin importancia.
De cada diez pacientes que han notado un bulto en la mama, sólo una de ellas puede presentar patología maligna. Es importante la evaluación por su médico quien realizara una evaluación clínica y dependiendo de los síntomas existentes y de la edad de la paciente, le solicitara estudios diagnósticos cuya principal finalidad es asegurar la benignidad del proceso. Entre ellos:
Ecografía mamaria. Tiene gran utilidad para distinguir tumoraciones sólidas de formaciones quísticas (llenas de líquido). Puede utilizarse en el estudio inicial de las características de la mastopatía fibroquística y es la prueba de primera elección en mujeres jóvenes para la confirmación del diagnóstico en el fibroadenoma y para guiar al especialista en la realización de una biopsia de cualquier tumoración existente para el posterior estudio anátomopatologico.
Mamografía. Consistente en el estudio radiológico de la mama. Se aconseja su práctica cada dos años en mujeres mayores de 40 con mastopatía fibroquística para controlar su evolución descartando la aparición de lesiones malignas. En adolescentes y mujeres menores de 40 años es preferible la realización de un estudio ecográfico como primera elección.
Biopsia. Se define como el estudio de las células obtenidas mediante una biopsia (fragmento de un tejido). Con ello se descarta la existencia de células malignas en las lesiones detectadas y es de utilidad en cualquier lesión cuando se sospecha que existe malignidad. La citología negativa, a diferencia de la biopsia, no asegura que no la haya.
Además se consideran padecimientos benignos de la mama, las anomalías congénitas, las alteraciones en el desarrollo, papilomas y adenomas, tumores phyllodes, la mastopatía fibroquística y la ectasia ductal.
En un servicio especializado en enfermedades de la glándula mamaria, la consulta por patología benigna es alrededor de 90%. Esto se debe a la gran ansiedad y preocupación en las mujeres ante signos o síntomas relacionados con la glándula mamaria, ya que su diagnóstico diferencial siempre será el cáncer de mama
CAMBIOS FIBROQUÍSTICOS
Se llama así a una condición benigna de la mama que se presenta más frecuentemente en la 3a y 4a década de la vida. Es conocida también como displasia mamaria o mastopatía fibroquística. Es una condición tan frecuente que se ha demostrado que no se trata de una enfermedad propiamente, sino que podría ser una alteración del normal desarrollo de las mamas (ANDI: Alteraciones del normal desarrollo de las mamas). El cuadro clínico se caracteriza por la presencia de dolor asociado o no a la existencia de quistes y/o fibrosis del tejido mamario. El tratamiento no es quirúrgico, solo cuando hay quistes palpables se puede realizar una aspiración del quiste con una aguja fina.
FIBROADENOMA
Es el tumor benigno más frecuente en las mujeres entre los 20 y 35 años, es de origen fibroepitelial que se desarrolla en los lóbulos mamarios. Pueden medir desde pocos milímetros hasta varios centímetros. El 80% de ellos mide entre 1 y 3 cm, generalmente son únicos. En un 20% son múltiples y un 15% son bilaterales. Tienen una evolución clínica variable, pueden crecer, mantenerse igual en el tiempo o incluso involucionar. Durante la adolescencia el incremento en la producción de estrógenos se cree, podría influir en su aparición. Solo los fibroadenomas que se encuentran creciendo deben ser resecados quirúrgicamente, por un criterio meramente estético, ya que la cicatriz y el riesgo de deformación de la mama es mayor cuando el tumor resecado es más grande.
TUMOR PHYLLODES
Es una rara lesión fibroepitelial que se presenta en menos del 1% de todas las neoplasias mamarias. Estos tumores plantean problemas al médico tratante, en gran parte debido a su rareza. Generalmente se diagnostica en una mujer alrededor de los 40 años. La mayoría de las veces se comporta como un tumor benigno aunque tiene un porcentaje de recurrencia local de alrededor de 15%. También puede presentarse como un tumor maligno; en este último caso se parece a los sarcomas pudiendo dar metástasis, lo cual ocurre en el 20% de los casos. Se sospecha cuando nos encontramos frente a un “probable fibroadenoma” pero de crecimiento rápido.
PAPILOMA SOLITARIO
Los papilomas se caracterizan por ser proliferaciones exofíticas (en forma de coliflor) asentadas en la pared de los conductos galactóforos principales, que están formados por células epiteliales sin atipias. El papiloma intraductal solitario es un extraño tumor benigno de los grandes conductos que suelen aparecer a 1 ó 2 cm. del pezón; su principal manifestación clínica es la secreción por pezón de líquido seroso, hemático u otro. La edad media de presentación es de 48 años y de 40 años para la papilomatosis múltiple.
PROCESOS INFLAMATORIOS
ECTASIA DE CONDUCTOS
También conocida como mastitis periductal o mastitis de células plasmáticas, es una afección benigna de la mama que se debe a una dilatación de los grandes conductos galactóforos terminales subareolares como consecuencia de un proceso inflamatorio crónico agudizado que puede ser intra y periductal. Esto produce ectasia de secreciones proteináceas pastosas presentes en esa zona lo que se acompaña de fibrosis periductal
MASTITIS AGUDA
Es el proceso inflamatorio agudo, asociado generalmente a la lactancia, debido a una mala técnica al momento de dar de lactar al bebe, esto condiciona un vaciado incompleto de la leche, la cual se infecta a través de las pequeñas grietas que se forman alrededor del pezón. En caso de formar pus (Absceso), se debe suspender la lactancia, abolir la producción de leche y realizar una incisión de drenaje.
MASTITIS CRÓNICA
Es el proceso inflamatorio crónico, conocido como mastitis no puerperal, mastitis crónica granulomatosa; en el 5% de los casos se trata de una tuberculosis mamaria. En general se trata de un proceso auto inmunológico, que genera anticuerpos que atacan la mama, el 8-16% se va a sobre-infectar y el tratamiento debe incluir antibióticos, antiinflamatorios e inmunomoduladores, es una enfermedad de difícil tratamiento. Su diagnóstico se realiza con una biopsia. Si se forma pus (absceso) esta debe ser drenada a través de una incisión.
Es importante que las mujeres se concienticen de la necesidad de evaluaciones médicas especializadas periódicas (normalmente se aconseja que sean anuales). Pudiendo así precozmente ya que puede existir patología maligna asociada la cual mejorará su pronóstico y el tratamiento será menos agresivo.