El cáncer de Ovario es una de las neoplasias ginecológicas más frecuentes, a pesar de los avances en la detección, diagnóstico y tratamiento sigue siendo un tumor con alta mortalidad, es el cuarto cáncer ginecológico más frecuente, sin embargo representa la mitad de muertes por cáncer ginecológico. La supervivencia a 5 años es del 39% pese a los enfoques quirúrgicos agresivos y los tratamientos con quimioterapia.
Hay varios tipos de cáncer de ovario; los tumores malignos de tipo epitelial (seroso, mucinoso, endometrioide, indiferenciados, de células claras, de células pequeñas, y el tumor de Brenner), más frecuente en mayores de 50 años; los tumores malignos de tipo germinal (disgerminoma, tumor del seno endodérmico, teratoma inmaduro, carcinoma embrionario, coriocarcinoma, poliembrioma, formas mixtas) más frecuente en mujeres jóvenes y niñas; los tumores malignos del cordon sexual (tumores de la célula de la granulosa, tecomas, fibromas y fibrosarcomas, tumores de las células de Sertoli, tumores de células de Leydig, etc.), más frecuentes en mujeres de edad media.
Ocurre principalmente en post menopaúsicas y la máxima frecuencia se observa entre los 45 y 69 años.
El cáncer de ovario se disemina por extensión directa, intraperitoneal linfática o hematológica.
Existen factores protectores claramente establecidos incluyen:
ü Más de un embarazo llevado a término.
ü Uso de anticonceptivos orales y alimentación al pecho materno, todos los cuales reducen la ovulación incesante.
ü La ligadura de trompas quizá también es un factor protector.
ü El uso de anticonceptivos orales por más de 5 años reduce en 37%, una duración por menos tiempo también puede ser benéfica.
FACTORES DE RIESGO
El cáncer de ovario es una enfermedad propia de las mujeres peri menopáusica y postmenopáusico, la frecuencia aumenta gradualmente con la edad. La causa es desconocida, sin embargo, algunos factores están asociados a un mayor riesgo:
- • Antecedentes familiares de Cáncer Ovárico.
- • Nivel socio económico medio o alto sobre todo en los países industrializados.
- • Nuliparidad (no tener hijos) o hijos en edad tardía.
- • Infertilidad y uso de fármacos estimulantes de la fertilidad.
- • Raza blanca.
- • Antecedentes personales de cáncer de mama, colon o endometrio.
- • Exposición a radiación, asbesto o talco.
- • El sobrepeso y la obesidad incrementan el riesgo
- • Dieta alta en grasas.
- • Período menstrual inicial a una edad temprana o la menopausia a una edad tardía.
SINTOMAS.
Por lo general los síntomas son atribuidos a alteraciones gastrointestinales por tanto son ignorados por lago tiempo en la mayoría de los casos, no se desarrolla síntomas hasta que el tumor es bastante grande, en estados avanzados constituyen un 70%. Los más comunes son:
- • Dolor constante en el pelvis o abdomen bajo
- • Balonamiento del abdomen o hinchazón y crecimiento abdominal
- • Dificultad para alimentarse o saciedad rápida
Otros síntomas incluyen:
- • Pérdida de apetito
- • Pérdida de peso
- • Orinar frecuentemente (por presión del tumor sobre la vejiga)
- • Estreñimiento o diarrea.
No es infrecuente que las pacientes sean tratadas por una supuesta enfermedad ulcerosa, colon irritable o enfermedad de la vesícula biliar.
Cuando el cáncer de ovario se diagnostica en etapas tempranas por lo regular se descubre incidentalmente como una masa anexial asintomática durante un examen pélvico de rutina
DIAGNÓSTICO.
Ante la sospecha de cáncer de ovario el estudio debe iniciar con una historia clínica completa, un examen físico cuidadoso que incluirá la exploración pélvica bimanual (realizado por un especialista: Ginecólogo Oncólogo), un estudio ecográfico transvaginal y marcadores tumorales en sangre (CA-125, Alfafetoproteina y Beta-HCG), se complementara con radiografía de tórax, tomografía abdomino pélvica y estudios citológicos cervico vaginal.
Una vez que una masa de ha documentado la terapéutica dependerá de una combinación de varios factores predictivos: edad y estado menopaúsico, tamaño del tumor, características ultrasonografícas, presencia o ausencia de síntomas, valor de los marcadores tumorales, unilateralidad o bilateralidad.
TRATAMIENTO
El tratamiento es quirúrgico: ante el hallazgo de una masa ovárica se realizará su extirpación como si sería un cáncer, tener presente que estos tumores no se biopsian ya que esto significaría diseminación de la enfermedad, por lo tanto radicalidad en la cirugía y tratamiento complementario con quimioterapia.
Los canceres avanzados se pueden intervenir quirúrgicamente para resecar los tumores más grandes a esto se le conoce como citorreduccion posteriormente recibirá tratamiento con quimioterapia.
En los casos de tumores irresecables primeramente recibirá quimioterapia y luego cirugía para continuar posteriormente con quimioterapia.
En canceres de tipo germinal se puede realizar cirugía de conservación, es decir preservar el útero y el otro ovario, por lo tanto no se altera la fertilidad.
Lo más importante es estos casos es tener un alto índice de sospecha, desafortunadamente no existe un método para prevenir el cáncer de ovario, solo un chequeo periódico (anual) puede permitirnos hacer un diagnóstico temprano cuando la enfermedad se puede curar.
¿TIENE CURACIÓN?
El cáncer de ovario en sus fases iniciales es altamente curable. En sus fases intermedias y avanzadas los resultados de supervivencia son peores pero han mejorado mucho en los últimos años. En cualquier caso, sigue siendo el tumor ginecológico que más muertes causa. Además de los avances que se produzcan en el tratamiento, la disminución de muertes por esta enfermedad podría venir de la prevención y el diagnóstico precoz.
Si usted requiere una evaluación puede acudir al Centro Oncológico San Martin de Porras